martes, 28 de abril de 2009

normalització

És necessària una normalització de la democràcia. Escric en català perquè és molt freqüent l'utilització d'aquest terme per a fer referència al procés pel qual la llengua aconsegueix això: ser normal. No vull entrar ara en discusions sobre aquest tema o sobre la política que es du a terme a Catalunya per a açò.
Només vull parlar de la necessitat que té el món, i en primer lloc el món occidental, de gaudir d'una democràcia real; no de democràcies de paper, de "pacotilla". La democràcia no s'aconsegueix amb una constitució i quatre paperetes cada quatre anys. La democràcia necessita de la gent, dels ciutadans, el poble, demos, i viceversa. No es pot parlar de democràcia sense gent.
Quan arriva a algun país l'esperada democràcia n'hi ha una eufòria col·lectiva que grita amb força lluitant per aquesta democràcia. He dit una perogrullada, però vull dir que després d'aquest ambient de festa la gent torna a la seua vida en la que quasi ningú vol tindre instaurada la política. I aquest és el gran error de la societat, pensar que tot està fet quan es proclama la constitució.
A Espanya tenim una constitució a la que podríem dir filla del Sistema Canovista. És una constitució a la anglesa en la que dos partits totalitaris es turnan al poder i la gent mira per a un altre lloc. On ningú, dins de la seua llibertat d'expressió, no pot dir res sobre la Corona, o sobre el propi sistema. La gent té por de deixar de rebre pals perque pot ser que vinga alguna cosa pitjor.

sábado, 25 de abril de 2009

porque el mundo volvería a nacer

Siempre me he considerado defensor de la ciencia y el progreso. En esto he sido y soy hincha de la Ilustración. Después de toda una, aún muy corta, vida aprendiendo todo tal y como es, sin discusiones, después de años de preguntas y respuestas, siempre rígidas, siempre aceptas como universales, después de interesarme por la ciencia, por las cosas de la calle, por las cosas de lo humano, después de todo esto, no puedo aceptar que surjan ante mí infinidad de nuevas formas de entender. No puedo comprender que pueda ir cayendo poco a poco en relativismos o escepticismos o perspectivismos (Este último ya me ha atrapado). Me asusta no tener una verdad indiscutible sobre cualquier cosa, soy muy realista. A pesar de esa terrible condena a una constante flagelación psíquica que supone el comenzar a estudiar filosofía, sigo creyendo que todo tiene una explicación científica y que nunca se podrán conocer todas esas explicaciones, ni mucho menos. Y a pesar de todo quiero levantarme contra los movimientos antideshumanización del XIX y el XX, porque atentan contra mí, contra mi modo de entender -el único que conozco-, contra mi ciencia.
He tenido muchos pensamientos sobre cuando podrá ser posible esto o lo otro; por ejemplo tengo una máxima que es "la democracia será real cuando sea posible legalizar la poligamia". Ahora he acuñado en mí, una máxima sobre algo que muchas veces antes había llegado a pasarse por mi mente momentaneamente, y es que "la humanidad llegará a su cénit cuando decida autodestruirse (si no lo ha hecho antes de decidirlo)" Y esto porque el mundo volvería a nacer.

jueves, 23 de abril de 2009

amapolas

Cuando vuelvo por las tardes en el autobús hacia Humanes, donde vivo, me suelo sentar en algún asiento del lado izquierdo. Hoy, como el sol ya pica a esas horas al ponerse, me he refugiado en el otro lado. Como cada día he salido del autobús mientras mi cuerpo permanecía dentro, sentado, con los auriculares puestos. Me he sorprendido al ver algo rojo entre las hierbas. Era el rojo de una amapola, la primera amapola que he visto este año, un poco arrugada, recién salida del capullo. Unos metros después otra amapola. Cerca otra amapola. Un poco después otras dos amapolas juntas. Y un grupo de cinco amapolas. Y otro grupo de amapolas. Todas asomando temerosas entre la gama de hierbajos que nace al borde exterior de la cuneta, entre ésta y el pequeño canal de regadío; camufladas pero altas y esplendorosas. Manchitas rojas entre los brochazos de tonos verdes y dorados que me han recordado la belleza que tienen las espinas al atreverse a nacer entre tanta rosa.
Cualquier cambio de perspectiva puede descubrirte un callejón gris en una ciudad de colores y viceversa. A mí, cuanto menos, me ha parecido curioso.

sábado, 18 de abril de 2009

determinismo por determinar

El individuo necesita de la realidad, y la realidad necesita del individuo. Esa simbiosis es imprescindible para la existencia del razonamiento.
El individuo se forma a partir de la realidad. La educación de los padres, la educación de la sociedad, el sistema moral y político que impere en su mundo (entendiendo mundo por el conjunto de lo que cada individuo vive), la historia de ese mundo, el arte que allí exista...
Pero a mi parecer la herencia genética, a parte de determinar los rasgos físicos, grava en el individuo algo innato. Ese algo se refiere al ser del individuo en cuanto a moralidad, modus operandi,etc; en definitiva, lo relativo al entendimiento, y no es algo concreto. No es una pauta de comportamiento fija, sino más bien una determinación a aprender pautas de comportamiento (en su sentido más amplio). Lo que es fijo, lo que los genes determinan, es un método de aprendizaje, una preferencia por aprender unos valores que responden a un modelo esquemático. No se limita a adquirir unos mismos valores en cualquier mundo, sino unos valores con un mismo fondo. A partir de ese método de aprendizaje se elabora la red de valores y pautas de comportamiento que componen al individuo.
En el supuesto de dos mundos, A y B, en los que pudiera nacer un mismo individuo simultáneamente, no tendría mucho que ver el ser que se formaría en un mundo y en el otro desde un punto de vista externo; pero si sería un mismo tipo de persono desde un punto de vista relativo a cada uno de los mundos. Se podría decir que sería el ser de uno de los mundos el homólogo del ser del otro mundo.

martes, 14 de abril de 2009

¿pce?¿república?

El PCE pide "el final de la Transición" y hace una llamada, hoy 14 de abril, para la apertura de un proceso constitucional hacia la instauración de la III República. Esto derivará como siempre en una mirada atrás. La mayoría de comunistas y otros republicanos (no logro entender la relación comunismo-democracia) harán lo que han hecho hasta ahora -lo que hemos hecho hasta ahora-: recurrir al 31 o al 36, alabar el Himno de Riego y la Tricolor, así como a "los héroes republicanos" Carrillo o Largo Caballero, olvidando al P.O.U.M. o a Indalecio Prieto y dejando a "republicanos símbolo" como Azaña, como eso: un símbolo, un personaje de adorno como pudiera ser para la actual democracia Juan Carlos.
Anguita, el brazo -comienzo aquí mi subjetiva escritura- "ilustrado" del PCE e IU, hombre de bien y a mi parecer, pragmático y -contradiciendo lo antes dicho- demócrata comunista, intenta dejar a un lado todas esas tonterías e ideas reaccionarias asegurando: "Hay que hablar menos de la bandera y del Himno de Riego y dedicar más tiempo a estudiar y a preparar las fuerzas políticas de republicanismo de izquierdas" y nombrando algunos de los pilares que sustentarían al nuevo régimen: "Respeto a los derechos humanos, paz, radicalidad democrática, austeridad..."
El hecho de que se hagan estas declaraciones hoy 14 de abril, 78 aniversario de la proclamación de la II República, muestra esa mirada atrás a la que me refiero.
Hay que ir más allá de lo que Anguita promulga. Es necesario empezar de cero para no volver a crear otra "democracia de gominolas". No hace falta "copiar y pegar" lo bueno de la Constitución del 78, de la del 31 y de anteriores; simplemente hay que analizar inocentemente, desde el punto de vista de democracia, justicia, libertad y progreso, todos los aspectos y puntos a tratar en esa hipotética constitución; ello necesariamente conllevará al encuentro con esos aspectos positivos de los textos citados.
Si hay que sacar algo en claro de esto es que espero que cuando la situación lo requiera España se acueste juancarlista y se levante republicana. No encuentro otro camino hacia una real (verdadera, no realista) democracia.