Y me siento. Y quiero escribir. ¿El qué? Al final siempre sale algo. ¿Para qué? El aburrimiento es malo, y la memoria peor. Y es entonces cuando aparece. Sí; aparece misteriosamente en forma de lenguaje. Letras, sílabas, palabras que se unen; frases que construyen locuras. Y ese loco y atroz resultado es el que merece la pena. Y lees aquello. Y rectificas algo... o mejor no. Pero... ¿Escribes tú?
3 comentarios:
osa conclusión... Qué complicada es esta vida para los que nos preguntamos ese tipo de preguntas...
*curiosa
eso digo yo!
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