Me dirigía esta mañana con un amigo hacia el Museo de América en el madrileño barrio de Moncloa, cuando advertimos un importante revuelo frente a las puertas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Se oían gritos, se portaban pancartas y se ondeaban banderas guineanas. Nos acercamos para preguntar y pude ver que eran más de un centenar de personas las que protestaban y que en la puerta cuatro policías nacionales observaban todo mudos. Pregunté a uno de los jóvenes portadores de pancartas el motivo de dicha protesta y éste, que no hablaba correctamente el español, llamó a un compañero que nos explicó todo con detalle. Resulta que en un país de África (África es un continente situado entre los océanos Atlántico e Índico y el mar Mediterraneo) llamado Guinea, hace algunos meses se produjo un golpe militar. Desde entonces el país está en manos de una Junta Militar que reprime cualquier intento de libertad. La oposición, desoyendo la normativa impuesta que prohíbe las manifestaciones públicas, convocó una concentración en el estadio de fútbol de la capital, Conakry, el día 28 de septiembre. Las fuerzas estatales no se anduvieron con miramientos y el balance final fue de 160 muertos y centenares de heridos. El día 29 Francia, la Unión Europea y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental condenaron la masacre. Francia, dando el ejemplo a seguir, suspendió las relaciones con el país centroafricano. España a día de hoy -bendito "neosocialismo-zapateríl"- sigue manteniendo los lazos de cooperación con Guinea y aún no se ha oído una voz desde el gobierno a cerca del tema.
Este era el motivo de la manifestación de esta mañana. “La prensa había prometido venir, pero aquí no hay nadie” “Queremos que España nos ayude contra los militares y que retire la embajada de nuestro país, es el único gran país de Europa que aún no ha condenado los crímenes” son algunas de las frases que me dedicó mi informante mientras el portavoz de la manifestación leía la petición que venían a entregar a la agencia.
Se oían gritos, se portaban pancartas y se ondeaban banderas guineanas. Nos acercamos para preguntar y pude ver que eran más de un centenar de personas las que protestaban y que en la puerta cuatro policías nacionales observaban todo mudos. Pregunté a uno de los jóvenes portadores de pancartas el motivo de dicha protesta y éste, que no hablaba correctamente el español, llamó a un compañero que nos explicó todo con detalle. Resulta que en un país de África (África es un continente situado entre los océanos Atlántico e Índico y el mar Mediterraneo) llamado Guinea, hace algunos meses se produjo un golpe militar. Desde entonces el país está en manos de una Junta Militar que reprime cualquier intento de libertad. La oposición, desoyendo la normativa impuesta que prohíbe las manifestaciones públicas, convocó una concentración en el estadio de fútbol de la capital, Conakry, el día 28 de septiembre. Las fuerzas estatales no se anduvieron con miramientos y el balance final fue de 160 muertos y centenares de heridos. El día 29 Francia, la Unión Europea y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental condenaron la masacre. Francia, dando el ejemplo a seguir, suspendió las relaciones con el país centroafricano. España a día de hoy -bendito "neosocialismo-zapateríl"- sigue manteniendo los lazos de cooperación con Guinea y aún no se ha oído una voz desde el gobierno a cerca del tema.
Este era el motivo de la manifestación de esta mañana. “La prensa había prometido venir, pero aquí no hay nadie” “Queremos que España nos ayude contra los militares y que retire la embajada de nuestro país, es el único gran país de Europa que aún no ha condenado los crímenes” son algunas de las frases que me dedicó mi informante mientras el portavoz de la manifestación leía la petición que venían a entregar a la agencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario