lunes, 21 de junio de 2010

genial

Hay sensaciones espectaculares, especiales. Notar que la persona del asiento de al lado del tren aguanta como puede la risa mientras tú comentas con un compañero alguna tontería graciosa, o un chiste, o simplemente haces el tonto, es fantástico. Pero es también tremendamente satisfactorio sentir que ya formas parte del universo de alguien. Y eso ocurre cuando, tras mucho tiempo estrechándole la mano a ese alguien, un día cuando alargas el brazo sonriente te lo aparta y se aproxima a ti para darte dos besos.

4 comentarios:

Jordi Let dijo...

hahaha que extraño!

D. Perucha dijo...

Todo es extraño!

Bueno! dijo...

Me parece mas impresionante cuando hablas de caca en el tren, y dos majos ancianos se apartan de ti mirandote con extraña expresión

D. Perucha dijo...

jajaja, o cuando tienes los pies sobre el asiento y la otro lado del pasillo una abuela le está diciendo a su nieto: "Eso que está haciendo ese chico está mal. Los que hacen eso son gamberros. Seguro que si lo hace en clase le profesor te regaña; porque eso está muy mal. Hay que ser bueno, porque ahí luego se sientan otras personas."