viernes, 14 de mayo de 2010

amor al miedo

Alberta canturreaba mientras recorría el bosque en busca de la casa de su abuelo. El bosque era cada vez más espeso, y Alberta cada vez era más feliz. Una enorme y preciosa mariposa se posó en su nariz. Sorprendentemente, la mariposa habló y le concedió un deseo. Nadie más volvió a ver a Alberta, pero cuentan que desde entonces el bosque está habitado por un lobo terriblemente feroz.

3 comentarios:

Eduardo Abril Acero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eduardo Abril Acero dijo...

Peru, me gusta la historia.

D. Perucha dijo...

Hobre Edu... se agradece