viernes, 18 de febrero de 2011

¿dónde está choco?

Quizá sea porque este atropello a la razón ha ocurrido hace bien poco. Quizá sea porque hace mucho tiempo que no como cereales. Quizá sea porque la divina providencia así lo ha determinado. O quizá sea por la conjunción de estos tres factores. El caso es que mi reacción al verlo ha sido una mezcla de cabreo y total desconcierto.


Y es que han matado a Choco. El afable osito de Kellog's a sucumbido ante el afán de protagonismo de Coco, el mono del arroz inflado, que, aunque más televisivo, siempre ha caído peor y se le ha presentado como un segundón en las encuestas.

Tuve un antojo de cereales de chocolate el otro día; y hoy me he dirigido a por ellos. -¿Chocos o Chocapic? Los del perro siempre han sido más de hincharse, los del oso de saborear.- ¡Y encuentro al simiesco personaje en una caja de Chocos! CHOCOS  siguen llamándose, pero tienen las cajas el subtítulo "de CHOCO KRISPIES" Y por la parte de atrás una apología a Wally bajo el título "¿Dónde está Coco?". Al ver esto último me he encendido del todo y he dicho en voz alta "¡No! Será que dónde esta Choco".

He buscado imágenes y encontrado una que puede ilustrar, quizás, como se ha producido paulatinamente la invasión que acabado con el derrocamiento del simpático omnívoro. Ya me mosqueé cuando los petit suisse  se comenzaron a llamar Danonino; no lo entendía. Me pregunto qué habrá sido de la rana y el tigre (aunque al tigre nunca le tragué).

4 comentarios:

D. Perucha dijo...

Cuando publicas una entrada, con la confirmación de blogger de que se ha realizado correctamente, aparece un recuadro a la derecha con publicidad escrita. Parece increíble pero al publicar esto ponía "Choco Krispies. Consigue una cuchara de Coco" o algo así.
Pofavooooooooooooo

D. Perucha dijo...

¡Descúbre la cuchara mágica en los paquetes y súbete al chocotren!
Eso ponía.

Naota Nandaba Kasugano dijo...

Adoraba esos cereales, aunque en las primeras cucharadas se te clavaran en el paladar.

D. Perucha dijo...

Cierto. Yo intentaba esperar a que se reblandecieran. Pero siempre caía!