martes, 24 de marzo de 2009

león, cría, camello

El hombre ha errado en su intento por convertirse en niño. Algo ha fallado y no a dejado hacerse niño al león. El niño que algunos creen ser no es más que un león mal interpretado, un león que ha derivado en una cría de león. Sigue siendo agresivo pero no hace otra cosa más que juguetear. No puede derribar nada y es incapaz de crear nada nuevo pues esa inocencia propia de la niñez no existe en él. Esa cría esta formada por instintos. Pero esos instintos no son innatos aunque lo pueda parecer. El león no ha logrado otra cosa sino inculcar esos instintos aprendidos a la cría.
No es difícil concluir que esa cría podría al envejecer asemejarse a un camello con una joroba en apariencia débilmente unida a su cuerpo. El eterno retorno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buuuf...yo contra Nietzsche si q no puedo...impresionante...