Hace ya tiempo que se intentaron diferenciar las dos hermanas Lusitania e Hispania y pronto lo estuvieron. Portugal es el hermano pequeño, con menos posibilidades que España pero que permaneciendo el la sombra sabe buscarse la vida por su cuenta dada la indiferencia que se muestran entre ambos hermanos.
Pero España es quien nos interesa ahora. Le va a dar varios nietos a Iberia. Ya en el útero algunos de los hijos mostraron su intención de destacar pisoteando al resto. Centrándonos en la adolescencia de de los dos hijos más fuertes y del resto podemos ver -aunque sean muy peligrosas siempre las comparaciones con lo humano u otros campos- los motivos de la inexplicable conducta de algunos de estos nietos de Iberia.
España, quizás intentando ser una madre moderna, les dio plena libertad a todos sin especificar siquiera la hora de volver a casa. Pero resulta que no trató por igual a todos los hermanos. España tiene muchos hijos, pero sobre todo a dos trata de distinta forma que al resto. A casi todos les trató desde un principio del modo más fácil para conseguir docilidad, como se trata a los perros en los pueblos: con indiferencia, distanciamiento, echándoles de comer las sobras y sin apenas muestras de afecto. Así trató y sigue tratando a todos los hijos excepto a dos. Y a todos estos dóciles hijos, que parecen defender a su madre a capa y espada, no les dio apenas más que las sobras excepto algún eventual acontecimiento como una Exposición Universal de Sillones de Despachos Autonómicos en la capital andaluza en 1992 y alguna fruslería más. Y ellos contentos y felices como los perros de pueblo. Llegamos ahora a la cuestión concerniente a esos dos hijos especiales. No queda claro si por ser los favoritos de mamá o por cierto miedo que ésta les tiene, o quizá por sentirse en deuda con ellos por lo que su difunto esposo, el malvado padrastro, les había hecho, lo cierto es que con ellos utilizó a conciencia el "Decálogo para formar un delincuente". Cualquier capricho de los niños era correspondido por mamá España, "la madre más enrollada y progre". Si alguien discutía algo a algunos de sus -inexplicablemente- predilectos hijos, allí estaba España para defenderlos ciegamente, tuvieran o no razón, sin importar lo que a sus otros hijos les pudiera perjudicar dicha conducta. Resulta que estos dos hijos tenían habitación propia (los otros dormían todos juntos), para el recreo tenían bocadillo de lomo o jamón en lugar de la mortadela que sus hermanos tenían que comer, no tenían que echar dinero al bote de las palabrotas cuando decían alguna malsonancia, tenían las estanterías de esas habitaciones propias repletas de juguetes caros que aunque no utilizaban no dejaban tocar a sus hermanos, etc. Todo esto derivó en un sentimiento de superioridad apoyado por una terrible agresividad, una total insumisión de la madre seguida del desprecio hacia ella... Finalmente los dos ojitos derechos de mamá han pronunciado lo que ya desde hace tiempo pensaban, esa terrible expresión de adolescente con algún tipo de problema de control psico-emocional: ¡Te odio! ¡Tu no eres mi madre!
Pero España es quien nos interesa ahora. Le va a dar varios nietos a Iberia. Ya en el útero algunos de los hijos mostraron su intención de destacar pisoteando al resto. Centrándonos en la adolescencia de de los dos hijos más fuertes y del resto podemos ver -aunque sean muy peligrosas siempre las comparaciones con lo humano u otros campos- los motivos de la inexplicable conducta de algunos de estos nietos de Iberia.
España, quizás intentando ser una madre moderna, les dio plena libertad a todos sin especificar siquiera la hora de volver a casa. Pero resulta que no trató por igual a todos los hermanos. España tiene muchos hijos, pero sobre todo a dos trata de distinta forma que al resto. A casi todos les trató desde un principio del modo más fácil para conseguir docilidad, como se trata a los perros en los pueblos: con indiferencia, distanciamiento, echándoles de comer las sobras y sin apenas muestras de afecto. Así trató y sigue tratando a todos los hijos excepto a dos. Y a todos estos dóciles hijos, que parecen defender a su madre a capa y espada, no les dio apenas más que las sobras excepto algún eventual acontecimiento como una Exposición Universal de Sillones de Despachos Autonómicos en la capital andaluza en 1992 y alguna fruslería más. Y ellos contentos y felices como los perros de pueblo. Llegamos ahora a la cuestión concerniente a esos dos hijos especiales. No queda claro si por ser los favoritos de mamá o por cierto miedo que ésta les tiene, o quizá por sentirse en deuda con ellos por lo que su difunto esposo, el malvado padrastro, les había hecho, lo cierto es que con ellos utilizó a conciencia el "Decálogo para formar un delincuente". Cualquier capricho de los niños era correspondido por mamá España, "la madre más enrollada y progre". Si alguien discutía algo a algunos de sus -inexplicablemente- predilectos hijos, allí estaba España para defenderlos ciegamente, tuvieran o no razón, sin importar lo que a sus otros hijos les pudiera perjudicar dicha conducta. Resulta que estos dos hijos tenían habitación propia (los otros dormían todos juntos), para el recreo tenían bocadillo de lomo o jamón en lugar de la mortadela que sus hermanos tenían que comer, no tenían que echar dinero al bote de las palabrotas cuando decían alguna malsonancia, tenían las estanterías de esas habitaciones propias repletas de juguetes caros que aunque no utilizaban no dejaban tocar a sus hermanos, etc. Todo esto derivó en un sentimiento de superioridad apoyado por una terrible agresividad, una total insumisión de la madre seguida del desprecio hacia ella... Finalmente los dos ojitos derechos de mamá han pronunciado lo que ya desde hace tiempo pensaban, esa terrible expresión de adolescente con algún tipo de problema de control psico-emocional: ¡Te odio! ¡Tu no eres mi madre!
4 comentarios:
tio, que complicado...has leido a Millás?
no lo creo. en realidad no se ni quien es...
Este creo entenderlo Y me a gustado mucho es originalmente tuya esa metafora? Es buena...
hombre juan!
Si que es mía. Pero seguro que alguien la había utilizado ya, no se.
Publicar un comentario