El PCE pide "el final de la Transición" y hace una llamada, hoy 14 de abril, para la apertura de un proceso constitucional hacia la instauración de la III República. Esto derivará como siempre en una mirada atrás. La mayoría de comunistas y otros republicanos (no logro entender la relación comunismo-democracia) harán lo que han hecho hasta ahora -lo que hemos hecho hasta ahora-: recurrir al 31 o al 36, alabar el Himno de Riego y la Tricolor, así como a "los héroes republicanos" Carrillo o Largo Caballero, olvidando al P.O.U.M. o a Indalecio Prieto y dejando a "republicanos símbolo" como Azaña, como eso: un símbolo, un personaje de adorno como pudiera ser para la actual democracia Juan Carlos.
Anguita, el brazo -comienzo aquí mi subjetiva escritura- "ilustrado" del PCE e IU, hombre de bien y a mi parecer, pragmático y -contradiciendo lo antes dicho- demócrata comunista, intenta dejar a un lado todas esas tonterías e ideas reaccionarias asegurando: "Hay que hablar menos de la bandera y del Himno de Riego y dedicar más tiempo a estudiar y a preparar las fuerzas políticas de republicanismo de izquierdas" y nombrando algunos de los pilares que sustentarían al nuevo régimen: "Respeto a los derechos humanos, paz, radicalidad democrática, austeridad..."
El hecho de que se hagan estas declaraciones hoy 14 de abril, 78 aniversario de la proclamación de la II República, muestra esa mirada atrás a la que me refiero.
Hay que ir más allá de lo que Anguita promulga. Es necesario empezar de cero para no volver a crear otra "democracia de gominolas". No hace falta "copiar y pegar" lo bueno de la Constitución del 78, de la del 31 y de anteriores; simplemente hay que analizar inocentemente, desde el punto de vista de democracia, justicia, libertad y progreso, todos los aspectos y puntos a tratar en esa hipotética constitución; ello necesariamente conllevará al encuentro con esos aspectos positivos de los textos citados.
Si hay que sacar algo en claro de esto es que espero que cuando la situación lo requiera España se acueste juancarlista y se levante republicana. No encuentro otro camino hacia una real (verdadera, no realista) democracia.
Anguita, el brazo -comienzo aquí mi subjetiva escritura- "ilustrado" del PCE e IU, hombre de bien y a mi parecer, pragmático y -contradiciendo lo antes dicho- demócrata comunista, intenta dejar a un lado todas esas tonterías e ideas reaccionarias asegurando: "Hay que hablar menos de la bandera y del Himno de Riego y dedicar más tiempo a estudiar y a preparar las fuerzas políticas de republicanismo de izquierdas" y nombrando algunos de los pilares que sustentarían al nuevo régimen: "Respeto a los derechos humanos, paz, radicalidad democrática, austeridad..."
El hecho de que se hagan estas declaraciones hoy 14 de abril, 78 aniversario de la proclamación de la II República, muestra esa mirada atrás a la que me refiero.
Hay que ir más allá de lo que Anguita promulga. Es necesario empezar de cero para no volver a crear otra "democracia de gominolas". No hace falta "copiar y pegar" lo bueno de la Constitución del 78, de la del 31 y de anteriores; simplemente hay que analizar inocentemente, desde el punto de vista de democracia, justicia, libertad y progreso, todos los aspectos y puntos a tratar en esa hipotética constitución; ello necesariamente conllevará al encuentro con esos aspectos positivos de los textos citados.
Si hay que sacar algo en claro de esto es que espero que cuando la situación lo requiera España se acueste juancarlista y se levante republicana. No encuentro otro camino hacia una real (verdadera, no realista) democracia.
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