miércoles, 20 de enero de 2010

cambio climático

Existen demasiados temas que mantienen distraida a la población. Últimamente hemos estado sufriendo el caso de la famosa gripe A. Voy a hablar de otra moda, el cambio climático. Cualquiera que simplemente cuestione esta nueva religión es tachado de fascista. Creo que los que me leéis me conocéis lo suficiente como para saber que ese calificativo no se adapta para nada a mí, y que suelo buscar la verdad. No voy a negar el cambio climático como lo hiciera nuestro querido líder de la oposición, eso es un absurdo. Lo que voy a hacer es explicarlo. Cambio climático existe siempre. Todos nos imaginamos a mamuts pastando entre el hielo por toda Europa, por ejemplo. Y a nadie se le ocurre decir que los hombres de aquellas lejanas épocas fueran capaces de cambiar el clima. Me parece demasiado prepotente pensar que podemos cambiarlo todo.
Es evidente que estamos influyendo en el normal desarrollo de los acontecimientos de la Naturaleza. Hay que conseguir que las energías renovables representen el 100% de la energía mundial. Hay que dejar de llenar el mundo de basuras. Soy un amante convencido de la Naturaleza. Por eso pienso que sus ciclos no se pueden examinar con datos tan breves como los que tenemos. Se habla de cambios terribles causados por el hombre en menos de un siglo. Eso es un atrevimiento terrorífico. Los cambios en el clima hay que observarlos a largo plazo. Por supuesto que influimos en el clima, pero no se puede pensar que esa influencia se va a dejar ver en unas décadas. Los cambios en la Naturaleza son lentos, en ellos intervienen multitud de factores (entre los que nos encontramos). He tenido la suerte de leer al famoso paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga. Expone él un ejemplo que ilustra bastante bien lo que digo. Traduce la palabra Groenlandia. ¿Alguien sabe lo que significa? Con saber inglés se puede adivinar. El nombre que los vikingos le pusieron a esa isla, Groenlandia, es Tierra Verde. ¿Cómo os imagináis el paisaje de Groenlandia? Seguro que no os imagináis grandes zonas verdes. Dentro de cada periodo existen oscilaciones más breves, dentro de los cuales existen otras menores. Esos picos se han dado siempre. Así, hemos tenido algunos años de pocas precipitaciones invernales, y ahora hemos vuelto a lo que era normal cuando, no ya nuestros abuelos, nuestros padres eran jóvenes. En invierno nieva, hay hielo, hace frío... es lo normal. Se ha vuelto a la normalidad. Y para concluir, otra pregunta, ¿Qué ha sido del agujero de la capa de ozono?

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