viernes, 19 de febrero de 2010

masturbación

Un botón que se desabrocha. Una intensa y fugaz mirada. Una blusa que se desliza hasta descubrirse la belleza. Una mano que se desliza sobre el vientre, despacio. Un pantalón sobre el suelo. Unos dedos que se adentran temerosos pero firmes en un rincón, bajo el ombligo. Dos brazos que se entrelazan. Dos cuerpos que se sienten. Dos manos en frenética acción acompasada. Dos miradas que chocan violentamente. Una boca que no sabe cerrarse, por la que transcurre una respiración incapaz de seguir un ritmo cuerdo. Un escalofrío. Dos siluetas dibujadas en la pared por el fuego en un baile de frenesí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aguita...jajaja