martes, 2 de febrero de 2010

teoría democrática 4: sobre la jefatura de estado

La importancia del jefe de estado se reduce al absurdo. Una figura meramente decorativa no merece la pena ser mantenida en un sistema democrático práctico. El papel que juega es el de representante del país en actos públicos y alguna otra función sin relevancia. Considero que hay que eliminar la figura encarnación del poder ejecutivo y sustituirla por algo más práctico. Esto podría hacerse de dos maneras.
Se podría nombrar a un miembro del parlamento "jefe de estado de turno" con la única función de "salir en la foto" (la que tienen todos los jefes de estado de regímenes no presidencialistas), y sin delegar en esta persona ningún tipo de poder aparte del que le confiere su escaño, y sin asignarle ningún sueldo suplementario al que recibe por su condición de diputado. Esta figura debería estar informada en todo momento del devenir de la gestión de la junta de gobierno, teniendo la obligación de asistir a las asambleas de ésta -ordinarias y extraordinarias-, pero sin voto en ellas.
La otra posibilidad es aún más simple. Dado que el jefe de estado tiene como misión representar a su "pueblo" y comparecer en ocasiones especiales ¿quién mejor para representar al pueblo que el gobierno elegido por éste? ¿quién mejor para abordar los temas gubernamentales o sociales que los miembros de la Junta de Gobierno? De este modo deberían acudir a las comparecencias y otros eventos los ministros más cercanos al tema a tratar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ey hola!

Pese a estar de acuerdo en que probablemente sea mejor para las arcas del Estado el prescindir de la figura con una función meramente representativa como la del Jefe del Estado -llámalo Su Majestad, llámalo Presidente en una república-, no puedo evitar el aclarar un punto.

Me centraré en el caso más y mejor conocido por todos los que puedan leer este interesante blog, Juan Carlos I, ya que entrar a valorar la figura del presidente de la república francesa o a Isabel II en el Reino Unido me parece que está fuera de lugar ahora mismo:

Decir que la figura del jefe del estado se reduce al absurdo, que está para salir en la foto y que sus funciones carecen de relevancia es demagogia pura y dura. Probablemente sea cierto en determinados países, pero en el caso de España es simplemente mentira.

La función de nuestro rey es impagable desde que en 1975 asumió el reinado de nuestro país (con Franco vivo ya lo hizo, pero digamos que no era jefe del estado cien por cien) hasta hoy mismo.
No es mi intención el escribir el Quijote con sus logros porque los sabe cualquiera, pero es que en la actualidad sigue cumpliendo con creces.

Es el mejor embajador posible de España. Gracias a él tenemos fantásticas relaciones con países monárquicos y no monárquicos, que entre otre otras cosas nos abastecen de gas (Argelia nos suministra el 40% del mismo); es el personaje más respetado de este país y ha mediado en multitud de conflictos.

Un porcentaje elevadísimo de españoles estamos agradecidos a Juan Carlos por su labor, hasta el día en que se muera.
Ya tendremos tiempo de hablar de repúblicas y demás.

PD. El sistema norteamericano es el mejor, el candidato elegido en las urnas es a la vez presidente del gobierno y jefe del estado.

PD2. Según tenemos al Gobierno hoy día.... Dudo mucho que cualquiera de los minislerdos pudiera desempeñar la función del jefe del estado xD

Un saludo.

Fernando.

D. Perucha dijo...

Es que yo no me fijo en ningúna figura concreta. Yo intento teorizar, sin atender a particularidades de uno u otro estado. También se le puede agradecer a Isabel y Fernando la creación del estado moderno, a los Austrias la igualdad tributaria, o a Carlos III la modernización ilustrada del país, pero no por eso vamos a ser monárquicos pseudofeudales, imperialistas o despóticos ilustrados.
Por otra parte, nuestro rey sí que ha mediado en muchos conflictos, es un representante respetado, etc. pero no creo que sea la única persona capaz de esto.
Por último, con respecto a Estados Unidos, no creo que un sistema con lobys legales, o con estados donde está prohibida otra enseñanza diferente del creacionismo, por ejemplo, sea el mejor que existe.

Pd: No hay que hablar de república u otras cosas cuando l asituación lo exija, hay que estar preparados cuando llegue el momento, si no ocurrira lo de siempre (rápido y mal)